En el mes del Orgullo, Oslo Pride, el festival LGBTQ+ más importante de Noruega, lanzó una campaña que no deja lugar a la indiferencia. Bajo el lema “Å respektere er ikke nok. Du må ta stilling.” (en español, “No basta con respetar. Es necesario posicionarse”), la iniciativa busca invitar a la ciudadanía a comprometerse activamente con la causa LGBTQ+.
La campaña, presentada esta semana a través de medios y redes sociales, propone ir más allá del respeto pasivo. “No alcanza con decir ‘no tengo problemas con las personas queer’ —se necesita actuar, apoyar, hablar, defender”, explican desde la organización.
Inspirada en casos recientes de discursos de odio y ataques hacia la comunidad, la propuesta de Oslo Pride interpela a quienes prefieren mantenerse neutrales. La idea central es que el silencio, aunque disfrazado de tolerancia, también puede contribuir a la discriminación.
“El objetivo es claro: romper con la comodidad de la neutralidad y promover un cambio real en actitudes sociales”, señala el equipo creativo detrás de la campaña.
Si bien la campaña se lanzó en Noruega, su mensaje trasciende fronteras. En un contexto global donde el discurso antiderechos vuelve a tomar fuerza en varios países, Oslo Pride propone una forma de activismo accesible para todos: alzar la voz frente a la injusticia, tanto en redes sociales como en la vida cotidiana.
“Este año, no solo celebremos el orgullo. Tomemos postura. Porque respetar ya no es suficiente”, concluye el video promocional, que ya circula ampliamente entre activistas y organizaciones LGBTQ+ de todo el mundo.