Lo que debía ser una carrera de alto rendimiento terminó en uno de los momentos más virales —y atrevidos— del mundo del atletismo. El velocista estadounidense Chris Robinson no solo ganó los 400 metros con vallas en la reunión Golden Spike de Ostrava (República Checa), sino que también dejó al descubierto su propio trofeo… por un “accidente” de su shorts que no pasó desapercibido.
Mientras volaba por la pista en plena final, los shorts de competencia decidieron traicionarlo: se subieron lo suficiente como para exponer sus genitales ante las cámaras que transmitían en vivo. Y aunque el “destape” fue breve, las redes hicieron el resto: el clip se volvió viral al instante, inundando Twitter, TikTok e Instagram con comentarios que iban del asombro al delirio.
Lo más sorprendente es que Robinson ni se inmutó. A pura concentración y con una técnica impecable, cruzó la meta con un tiempo de 48.05 segundos, se tiró al piso celebrando la victoria y demostró que nada —ni siquiera un desliz de su shorts— puede frenar a un verdadero atleta.
El episodio generó titulares en medios internacionales como TMZ, The Daily Beast y Times of India, que no tardaron en bautizarlo como el “desliz hot del año”.
Robinson, campeón NCAA en 2023, ahora suma una nueva medalla… y probablemente varias propuestas de marcas de ropa interior interesadas en su desempeño en todos los sentidos.
Porque sí, ganó la carrera. Pero además, le ganó a la vergüenza, al pudor y al short rebelde que lo convirtió —sin querer— en el protagonista más sensual del atletismo mundial.
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