En un momento donde el amor y la diversidad se celebran más allá de lo humano, una historia desde un zoológico de Brasil nos recuerda que la naturaleza también es queer.
Una pareja gay de pingüinos se convirtió en noticia mundial tras lograr incubar con éxito un huevo y ayudar a salvar una especie en riesgo de extinción. Los protagonistas son dos machos que, desde hace un tiempo, formaban un vínculo afectivo sólido, compartiendo nido y realizando todos los comportamientos típicos de una pareja reproductiva.
Frente a su fuerte instinto paternal, los cuidadores del zoológico decidieron darles un huevo de otra pareja para ver si podían incubarlo. Y así fue: lo cuidaron, lo calentaron y finalmente lo hicieron nacer, demostrando que el amor y el compromiso no entienden de géneros.
Este tipo de comportamiento ha sido observado en otras especies y ocasiones, pero cada vez que ocurre, vuelve a generar ternura y reflexión sobre lo que consideramos “natural”.
“Es una historia de amor y de esperanza”, dijeron los encargados del lugar, que destacaron el rol clave que esta pareja tuvo en la conservación de una especie en peligro.