Zen Disco celebra 20 años: un símbolo de la noche LGBT+ cordobesa

Hay aniversarios que se festejan y otros que se sienten. El de Zen Disco, que este año cumple 20 años, pertenece sin dudas a la segunda categoría. No se trata solo de dos décadas de música, pista y noches interminables: se trata de un espacio que marcó generaciones, acompañó procesos identitarios y se volvió refugio, celebración y hogar para miles de personas de la comunidad LGBT+ cordobesa.

Durante veinte años, en sus luces y en sus sombras, en sus fines de semana densos y en sus amaneceres memorables, Zen fue punto de encuentro, lugar de libertad, puente de amistades, romance improvisado, espacio seguro y una geografía emocional compartida por toda la diversidad cordobesa.

La historia de Zen comienza con un visionario: Néstor Latorre, histórico referente de la noche cordobesa y creador de Hangar 18, Beep Pub y Subway.

Latorre no solo levantó un boliche. Levantó un refugio. Soñó, hace veinte años, un lugar donde todxs pudieran ser, donde la música fuera un idioma común, donde el prejuicio no tuviera espacio y donde cada persona que entrara sintiera que pertenecía. Mucho antes de que la palabra “inclusión” se volviera moda, Zen ya la practicaba.

Ese sueño se materializó en diciembre de 2005, con una premisa simple y revolucionaria para la época: crear un hogar nocturno para una comunidad que no siempre tenía uno.

Zen también es historia del país. Fue el primer establecimiento argentino diseñado y construido bajo las nuevas normativas que surgieron después de la tragedia de Cromañón.

Mientras la industria nocturna buscaba reconfigurarse, Zen se pensó desde cero como un espacio seguro, amplio y preparado para recibir a miles de personas sin poner en riesgo lo esencial: la vida.

Incluso durante la pandemia —cuando la noche argentina quedó de rodillas— Zen resistió. No por milagro: por la fuerza de su comunidad, su equipo y su historia.

Si algo caracteriza a Zen es su capacidad de transformarse sin perder su esencia. El año pasado comenzó un proceso de rebranding inspirado en los ZENTIDOS, una renovación estética y conceptual que hoy, en su 20º aniversario, se consolida con un Zen moderno, vibrante y listo para seguir escribiendo historias.

La disco y resto cambió con las generaciones, con los estilos, con la noche cordobesa… pero nunca renunció a sus valores: libertad, respeto, diversidad y comunidad.

Veinte años de risas, lágrimas, amores y memorias que laten

No es común que un boliche dure dos décadas. Menos aún, uno que se volvió símbolo cultural. Zen lo logró porque no es un espacio: es un sentimiento compartido.

Entre sus paredes quedaron:

✨ Primeras salidas
✨ Bailes eternos
✨ Besos que comenzaron historias
✨ Llantos que encontraron consuelo
✨ Noches que cambiaron vidas

Cada persona que alguna vez bailó, rió o simplemente respiró adentro de Zen dejó una huella. Esa es la verdadera arquitectura del lugar: la que se construye con vivencias.

Si hay una pregunta que atraviesa este aniversario es: ¿Cuánta voluntad hace falta para crear un lugar así?

La respuesta tiene nombre: Néstor Latorre. Más de 35 años defendiendo derechos, abriendo caminos, enfrentando prejuicios y construyendo espacios para una comunidad históricamente marginada.

Gracias a él, Zen no es un boliche: es una familia.

Pero también gracias al equipo que trabaja cada noche, a lxs artistas que llenaron el lugar de luz y, sobre todo, a la gente. A esa multitud que convirtió un proyecto en un símbolo.

A 20 años de su nacimiento, Zen celebra su trayectoria mirando hacia atrás con emoción y hacia adelante con convicción. Lo que empezó como un sueño hoy es parte del patrimonio afectivo de la ciudad.

Zen sigue latiendo.
Sigue evolucionando.
Sigue invitándonos a encontrarnos.

Y sobre todo, sigue siendo el lugar donde miles descubrieron quiénes eran de verdad.